Tendón de Aquiles en Madrid y Segovia
¿Qué es el tendón de Aquiles?
El tendón de Aquiles es un tejido fuerte y fibroso que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón.
Es una estructura básica para realizar funciones básicas del ser humano como andar, correr o saltar.
El tratamiento del tendón de Aquiles varía desde terapias conservadoras no quirúrgicas como ondas de choque y ejercicios, a métodos un poco más invasivos como las infiltraciones y cirugías. Todo depende de la patología y evolución del paciente.
Indicaciones
- Ruptura o lesión del tendón de Aquiles.
- Tendinopatía del tendón de Aquiles, que puede incluir tendinitis o tendinosis.
- Dolor crónico en la parte posterior del tobillo y la pantorrilla asociado con el tendón de Aquiles.
Para detectar la patología, se realiza:
- Evaluación médica previa para determinar la necesidad de la artroscopia y confirmar la presencia de los síntomas.
- Posiblemente se realicen pruebas de diagnóstico por imágenes, como ecografías o resonancias magnéticas, para evaluar la estructura y la condición del tendón de Aquiles.
- Discutir cualquier medicamento que estés tomando con el médico y seguir las instrucciones.
Tratamientos del tendón de Aquiles
No quirúrgicos conservadores
- Los tratamientos conservadores no quirúrgicos para el tendón de Aquiles se centran en métodos no invasivos, incluyendo la terapia con ondas de choque y ejercicios específicos para fortalecer y rehabilitar el tendón, ofreciendo una opción efectiva y menos invasiva para la recuperación.
No quirúrgicos invasivos
- Los tratamientos conservadores invasivos para el tendón de Aquiles incluyen infiltraciones biocelulares con PRP (plasma rico en plaquetas), células madre y ácido hialurónico que son opciones para aliviar el dolor y facilitar la curación, actuando como métodos intermedios antes de considerar procedimientos quirúrgicos.
Cirugía mínimamente invasiva
- Se trata de procedimientos altamente especializados que buscan restaurar la función y aliviar el dolor con menor impacto en el tejido circundante, ofreciendo una recuperación más rápida y menos complicaciones que las cirugías tradicionales. Un método utilizado es la artroscopia.
Artroscopia del tendón de Aquiles
Procedimiento
- La artroscopia del tendón de Aquiles se realiza bajo anestesia general o regional, dependiendo de las preferencias del paciente y el cirujano.
- A través de pequeñas incisiones en la parte posterior del tobillo, se inserta el artroscopio, un instrumento con una cámara en el extremo, para visualizar el tendón y las estructuras circundantes.
- Se pueden realizar incisiones adicionales si es necesario para realizar el tratamiento específico, como la reparación de una ruptura o la eliminación de tejido dañado.
- Se utiliza fluido de irrigación para limpiar el área y proporcionar una mejor visibilidad durante el procedimiento.
Postoperatorio
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Después de la cirugía, es común experimentar algo de molestia, inflamación y sensibilidad en el área del tendón de Aquiles. Se recetarán analgésicos para controlar el dolor, si lo hubiera.
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Se utilizará un vendaje o una bota especial para inmovilizar y proteger el tobillo y el tendón durante el período de recuperación.
- Se proporcionarán instrucciones específicas sobre el cuidado de la incisión, el cambio de vendajes, la elevación del pie, la carga de peso permitida y las actividades restringidas.
- Se puede recomendar fisioterapia para ayudar en la recuperación y rehabilitación del tendón de Aquiles.
Resultados y rehabilitación
- Los resultados de la artroscopia del tendón de Aquiles varían según la gravedad de la lesión y el tratamiento realizado.
- La rehabilitación puede incluir ejercicios de fortalecimiento y estiramientos del tendón de Aquiles, así como terapia física para mejorar la función y la movilidad.
- El médico proporcionará pautas específicas para la rehabilitación y el tiempo de recuperación estimado, y es importante seguir estas instrucciones para permitir una adecuada cicatrización y regreso a las actividades normales.
Cirugía abierta del tendón de Aquiles
La cirugía abierta del tendón de Aquiles se reserva generalmente para un pequeño porcentaje de pacientes que presentan una cantidad significativa de tejido dañado e irreparable.
En estos casos, se realizaría un procedimiento de desbridamiento para eliminar el tejido afectado y promover la curación efectiva del tendón. Este enfoque se considera cuando las opciones menos invasivas no son suficientes o adecuadas para tratar la condición específica del paciente.