Artroscopia de rodilla

Artroscopia de rodilla en Madrid y Segovia

¿Qué es la Artroscopia de rodilla?

La artroscopia de rodilla es un procedimiento quirúrgico utilizado para diagnosticar y tratar problemas en la articulación de la rodilla. Consiste en el uso de un instrumento llamado artroscopio, que es una pequeña cámara flexible, para visualizar el interior de la rodilla y realizar intervenciones mínimamente invasivas.

Indicaciones

La artroscopia de rodilla se realiza para tratar una variedad de afecciones, como lesiones de menisco, rotura de ligamentos cruzados, lesiones de cartílago, inflamación sinovial, liberación de cuerpos libres articulares y evaluación de dolor persistente de origen desconocido en la rodilla.

Preparación

Antes de la artroscopia de rodilla, se realizarán exámenes físicos y pruebas de diagnóstico, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, para evaluar la condición de la rodilla y determinar la necesidad de intervención quirúrgica. También se pueden administrar instrucciones específicas, como suspender ciertos medicamentos o restringir la ingesta de alimentos y líquidos antes de la cirugía.

Procedimiento

Durante la artroscopia de rodilla, se realizan pequeñas incisiones en la rodilla a través de las cuales se inserta el artroscopio y otros instrumentos quirúrgicos. El cirujano puede observar el interior de la rodilla en un monitor y realizar los tratamientos necesarios, como reparación de tejidos, extracción de fragmentos sueltos o sutura de lesiones. El procedimiento se realiza bajo anestesia general o regional.

Postoperatorio

Después de la artroscopia de rodilla, se proporcionarán instrucciones sobre el cuidado de la rodilla y la rehabilitación adecuada. Esto puede incluir el uso de dispositivos de inmovilización, fisioterapia para fortalecer los músculos y mejorar la movilidad de la rodilla, y seguimiento médico regular para evaluar la curación y la recuperación.

Resultados y rehabilitación

La recuperación de la artroscopia de rodilla varía según la naturaleza de la lesión y los procedimientos realizados. En general, se espera una reducción en el dolor y la inflamación de la rodilla, una mejora en la función y la movilidad, y una vuelta gradual a las actividades normales. La rehabilitación puede incluir ejercicios específicos, terapia física y seguimiento médico regular para evaluar la curación y la progresión. Es importante seguir las indicaciones médicas y el programa de rehabilitación para lograr una recuperación óptima.

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